Análisis y conclusiones

20 oct 2009
1.-La ocupación de la cultura El Molle en el sector del Valle del Encanto, el rol de los recursos y el paisaje en el asentamiento, esta caracterizado por varias situaciones, así encontramos que por un lado la disponibilidad de recursos juega un papel primordial en la configuración del asentamiento, puesto que dadas las características de la sociedad, la cual correspondía a un pueblo de agricultores incipientes, requerían de recursos naturales, y principalmente el agua, para realizar su principal actividad, en este sentido la disponibilidad de este recurso estaba garantizada, por la existencia del estero Punitaqui y el río Limarí, a esto se suma la existencia de tierras suficientemente aptas para el cultivo, que sin lugar a dudas, ofrecía un espacio apto para el desarrollo de un asentamiento. Otro elemento lo constituye la existencia de gran cantidad de rocas, las que eran utilizadas como herramientas, para laboreo en las distintas actividades. La otra características importante por destacar en los Molle, corresponde a el desarrollo de la alfarería, destacándose la cerámica Molle I y II, las cuales se diferencias por el asa (la primera no posee), por la función (la primera es más utilitaria, la segunda se vincula con ritos y actividades religiosas) y por el colorido (la primera no se pintaban, las segundas si). Entonces podemos entender que desde el punto de vista de los recursos, es justificable el asentamiento del complejo cultural El Molle, puesto que la dotación de estos resultaría atractiva a los ojos de una cultura con las características de la cultura El Molle.
En lo que respecta al paisaje, el Valle del Encanto, posee a decir de uno de sus visitantes, esa característica como mágica, que lo hace atrayente para la persona que lo visita; por tanto desde la percepción, uno de los componentes del paisaje, no es difícil imaginar las sensaciones que debía generar en los Molle, este paisaje, con enormes rocas, aguas superficiales y teniendo como telón de fondo los cordones transversales, esto desde lo físico. Toda esta cosmovisión del paisaje lo llevo a plasmar sus formas de realidad en estas rocas, y por ello nos encontramos con petroglifos, pictografías, y junto a ellos las piedras tacitas, que hacían las veces de morteros.
Las vinculaciones entre los recursos naturales, el paisaje y el asentamiento de la cultura El Molle, sin lugar a dudas son muy estrechas, puesto que la disponibilidad de recursos, lo mágico del paisaje y los requerimientos de esta cultura, jugaron a favor del asentamiento en ese espacio.

2.- La actividad desarrollada durante los 14, 15 y 16 de septiembre del presente año, permitieron el desarrollo de conocimientos y habilidades que dentro del marco de la sala de calase hubiese sido más difícil llegar a ella, puesto que pudimos constatar y observar en terreno, las formaciones dunarias en Longotoma, la erosión de los suelos en Pichicuy, las características geomorfológicas y vegetacionales del Parque Nacional bosque Fray Jorge, las formas del paisaje y los recursos en el Valle del Encanto y la intervención antrópica en el Embalse La Paloma; todos estos conocimientos que, si bien pueden quedar lo suficientemente claros, a través de los libros y las clases, estos adquieren mayor significancia cuando se lograr percibir con la mayor cantidad de sentidos posibles, generando de esta manera un aprendizaje más amplio e inclusivo de los conocimientos del ramo.

3.- Desde el punto de vista de la utilidad de una actividad en terreno en el proceso de aprendizaje, se considera de real importancia, por las siguientes razones: Primeramente, la actividad en terreno, permite trasladar los contenidos desde el aula a la realidad, facilitando la comprensión y el desarrollo cognitivo del aprendizaje; cambiando de esta forma lo tradicional de la sala de clases por la relación directa con los fenómenos estudiados. Por otro lado, la actividad permite la experimentación de los contenidos, claramente no es lo mismo realizar el esfuerzo comprensivo a través de una imagen que por la observación directa permitiendo apreciar in situ elementos de análisis geográfico que en una sala de clases serían más difíciles de aprehender; por esta vía logramos dotarlos de significación, que para los objetivos del proceso enseñanza aprendizaje resulta fundamental; el contacto directo y el aterrizar los contenidos en una actividad de este tipo resultan esenciales, por esta razón. A esto se suma, el espacio de convivencia e interacción en un lugar distinto fuera del ámbito restrictivo, como es la sala de clases, sin perder la dinámica de la clase; favoreciendo la relación y estimulando el desarrollo de lazos con los otros y con el medio, como también permite acercar al docente con los alumnos. También resulta importantes, por la posibilidad de conocer y explorar los lugares en donde se desarrollan los fenómenos a fin de poder tener una visión más amplia del contexto en el que se desenvuelven. Otro factor importante, en este proceso es que la actividad en la salida a terreno todos los sentidos se utilizan, impulsando el conocimiento más profundo; y una salida bien planificada permite el abordar problemas geográficos desde distintos puntos de vista.
Por tanto, la actividad en terreno adquiere real importancia para la formación de los estudiantes, logrando aprendizajes significativos, impulsando la construcción de lazos entre los estudiantes y el docente, y generando la valoración del entorno geográfico.

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